Bajo el Sol
Me encontraba allí, tirado sobre un montón de piedras, acompañado por ese ya clásico asador que se aparece por las mañanas y se esconde por las noches. Me ardía todo: pies, manos, espalda y sobre todo la frente. Sudaba como enfermo y sumado a ésto que me encontraba en esos momentos donde uno solo piensa en acostarse en una cama con un ventilador en el mueble de noche y la televisión prendida emitiendo alguno de esos programas de la tarde. Era asfixiante todo. Y luego, repentinamente, esa figura que tantos días me ha salvado se cruzó frente a mis ojos. ¿Y yo? Yo traté inútilmente de volver a mi (como dice una canción por ahí) y lamentablemente dado mi lamentable estado lastimoso simplemente me tuve que conformar con su mirada fugaz, la silueta de su cuerpo avanzando hacia algún lugar. Y en mi mente ahora sólo escuchaba su nombre, esas sílabas danzantes que estremecen mi cuerpo cada vez que las pienso y siento.
Se me acerca otro tipo. Un amigo de tiempos remotos y viejas aventuras, ese casi pariente que me ha alegrado tantos días con su ocio extremo (casi tan extremo como el mío). Sin más ni más sacó de su bolsillo su mano y me la extiende. Yo, en medio de mi estado no atiné a responderle el saludo y él al ver mi reacción me sacó rápidamente de mi estado mental diciendo: "Hueón!!! tengo que contarte algo, vamos a vagar". No asimilé lo que dijo, solo se que luego de dichas palabras en mi mente se aparecieron decenas de figuras anónimas que decían: "Levántate, ésta será una de las últimas veces donde las cosas ocurrirán como lo han estado haciendo hasta ahora."
Me levanté y me dirijí a ese lugar, junto a él que me repetía: "(...) y uno se ilusiona poh!!! justo luego de esa pregunta que me hizo se puso una carita triste en el Nick, y ¡Puta!, uno se empieza a pasar los rollos y toda la hueá." Mi estado me volvía a pasar una mala pasada y sólo atiné a decir: "Así es hueón, a las minas les gusta jugar a las asesinas"...
¿¡Asesinato!? Lo dejáremos para la siguiente entrega...
¡Que estén bien!